A finales del siglo XIX el químico ruso Dimitri Mendeleiev, conocido por haber puesto en orden los elementos químicos en la tabla periódica, calculó a qué magnitud el proceso por el cual se libera el calor al mezclar alcohol con agua se hace mínimo.
Mendeleiev concluyó que en una porción de 40 gramos de alcohol por cada 100 gramos de agua el calor producido al consumir vodka es minimo y la apreciación de su sabor es máxima.
De esta manera, si la graduación es mayor, el calor producido en la boca, donde la bebida se mezcla con la humedad del organismo, es percibido como sequedad.
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